miércoles, 26 de diciembre de 2012
Análisis “no hay preguntas estúpidas”.
Descubrir el mundo es algo que está dentro
de nuestro código genético como especie, cuando vivíamos en las sabanas
africanas y recorrimos el rió nilo, para salir del continente y poblar el mundo,
el enigma, el de la existencia y la innovación fue el que nos impulsó a salir.
Soy escéptico a pensar que como individuos hemos
perdido nuestra capacidad creativa para preguntarnos sobre el universo, como en cierto
punto afirma Carl Sagan, pero con el hecho de prender el televisor o navegar en
la red, redescubrimos un mundo que se está auto creando incesantemente.
Son quizás los modelos de aprendizaje los que están
usurpando los enigmas de la vida y la pasión por el descubrimiento, cuando memorizar lo que dictamina una institución
-llámese escuela primaria o universidad- se convierte en la verdadera ciencia, cuando
nos vuelven máquinas repetidoras, inevitablemente perdemos nuestra habilidad
innata de investigar.
Es la hora de aplicar nuevos metodos de
enseñanza donde el maestro acompañe y no sentencie, haya utilizamiento de todos los recursos tecnológicos posibles y se incentive a perseverar en buscar nuevo conocimiento, no con el fin de
buscar resultados sino de enriquecer a
la humanidad misma.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Sobre el texto "profecías que se auto cumplen"....
La “doctrina del shock” es una investigación documental realizada bajo
la dirección de Michael Winterbottom, que sostiene que las políticas
económicas desarrolladas por el economista estadounidense Milton Friedman
y la escuela de Chicago, tienen como objetivo desarrollar perturbaciones dentro
de la psiquis colectiva, para instaurar políticas que de ninguna manera serian
aceptadas por una población si esta se encontrará, dentro de una “condición
saludable”, se basa en el tratamiento que se le daba a los reos por parte
de las agencias estadounidenses para desorientar y llevar a un estado de completa
sumisión, pudiendo obligar a la persona a hacer lo que su verdugo sentenciara.
En el caso de desastres naturales, guerras u
otro trastorno a gran escala de un país, se aprovechó para instaurar políticas
económicas que beneficiara a Washington a futuro, es decir a modo de predicción
o profecía, en especial aquellas con un tinte neoliberal.
“Profecías
que se autocumplen” no solo es una forma aplicable a la persona en cuanto a las
metas que se propone y como el camino y la percepción de la vida misma llevaran
a que estas se cumplan, sino que de manera económica y macro social también es
completamente posible -como veíamos en la anterior teoría- o en el caso de la
instauración de ciertas ciencias en la academia, que permiten elaborar en la mente
del individuo teorías radicales y por ende cambiar el destino del mundo si es necesario, me
refiero a algunas visiones como la “ingeniería social”.
Si algo nos ha mostrado la ciencia es que
el camino de la humanidad lo ha decidido la colectividad, y no un ente
metafísico, sin embargo lo que nos rodea es tan complejo y somos tan nuevos
dentro de este universo que al final no sabemos si el destino está escrito, y
en vez de vivir, lo que realmente hacemos es recorrer un camino ya trazado.
Lo que si podemos hacer - descifrado como
especie-, es que como este texto nos indica, solo podemos fijarnos ciertas
metas, y no solo individuales, porque realmente estás quedan rezagadas ante
fenómenos macro, pero si pensando siempre en un bienestar común y
revolucionario.
La dimensión social y psíquica que nos rodea
ha sido una construcción de nuestras posibilidades imaginativas, arriesguémonos
pues a fijarnos proyectos que cambien nuestra propia perspectiva y generen cohesión.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Observación: La carta robada, E. Allan Poe.
En la evidencia de la vida cotidiana,
aquella material y natural que nos cobija desde que damos la primera bocanada
de aire, sufrimos de un engaño, pues ante la veracidad del dolor y del placer,
del sentir principalmente por lo que vemos, tenemos una cierta distorsión de la
verdadera profundidad de los hechos, pero como todo la integridad biológica del
universo en su evolución, la madurez que obtenemos con la experiencia nos
permite utilizar todos nuestros sentidos: aprendemos a tocar, a oír , a
escuchar; es decir a apreciar nuevas perspectivas.
Cuando consideramos
este fenómeno dentro de la colectividad, podemos pues evaluar, dentro
de su estructura de unidades biológicas, que la sociedad
misma también se comporta como un súper organismo, visiones
que han sido debatidas desde las diversas escuelas sociológicas -principalmente
desde el funcionalismo-, y es aquel pensamiento abstracto, el de la observación
de la vida misma, lo que ha forjado etapas enteras del desarrollo humano, así
por ejemplo -incluso algo irónico-, en la edad media donde el hombre
supuestamente seguía a cabalidad los mandamientos divinos y era más entregado
en su fervor a Dios, fue más cruel, y quizás por ese carácter de vivir en el
cielo, mas inhumano y desquiciado, pues afirmar que la tierra giraba alrededor
del sol era motivo suficiente para morir dentro de una olla de agua hirviendo.
Son estas visiones las que también han
acompañado a la ciencia, desde la perspectiva de que ella misma es la interpretación
del mundo, este texto nos confirma que la apreciación de cualquier concepto
tiene sus aristas y por supuesto que el método con el que se quiere observar es
fundamental ante el objetivo de buscar un resultado.
Dentro de nuestro campo, el de las
ciencias sociales, no solo nos permite poner en duda aquella perspectiva
inicial de la sociología donde se buscaban formulas mágicas, leyes concretas, síntomas
y medicinas ante problemas que por la complejidad del pensamiento
humano y de la colectividad eran imposibles de prever, sin embargo si observamos en la
actualidad los diversos métodos del campo, desde su teoría hasta la práctica,
han tenido una importante evolución en especial en la composición de lo
cuantitativo y lo cualitativo.
“La carta robada” nos invita pues a
reflexionar acerca de la importancia de hacer una conjunción de técnicas y métodos
que nos lleve a apreciar –desde nuestra visión
como profesionales- los problemas de la sociedad de una manera más profunda y
que además nos permita crecer como seres humanos.
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