Sobre la lectura - Roland Barthes.
1.El "erotismo de la lectura" no es acercarse al texto por la seducción de su contenido, deviene del texto mismo al lector. Es algo natural, casi como una extensión en que la vida descifra sus misterios. El autor nos invita a ver los libros como algo biológico, por ello la estructura erótica y el encanto de acercarnos con una intención de descubrirlos y hacerlos partes de nosotros: convertirse en una unidad. Hace parte de algo intimo y se constituye en algo deseable.
2.La lectura es producción siempre y cuando exista, la intención de crear, que según el autor se ha perdido, porque la mecánica del sistema actual le interesa convertir la vida en un espectáculo para observar, solo aquellos que son verdaderos espectadores no producen y aquellos creadores quedan resegados. Cuando se hace propio lo que el autor de un texto quería plasmar, se entra en una cadena de producción, pues inevitablemente también se desea dejar algo plasmado, aquello que se cree con firmeza, se convierte en una necesidad (ha de ser por lo de no morir sin dejar descendencia, el deseo de seguir existiendo a pesar de los limites físicos). Leer por pasión (liberar la lectura) para también escribir -productivamente-.
* Para ese arte...
Desde que nacemos, o al menos los que nacimos en la generación que me corresponde, la cultura de la lectura estaba concebida en la temprana niñez en el preludio al sueño (como mínimo en otros países porque nunca lo vi en estos lares): ¿llenarse de historias para soñar?, sin embargo cuando entramos a la escuela la convirtieron en "textos de seguimiento", en guías para la vida, en su momento inentendibles cuando jugar y descubrir el mundo era la prioridad.
Sin embargo ya había un monstruo colorido y distractor: el televisor. Canales cuya parrilla de programación, en su totalidad, hacían parte de nuestro homologo suramericano Perú (con cariño la llamábamos la perubolica). "Popeye" y "Los simpsons" competían en una batalla épica con "Nacho lee" por la conquista de mi precoz conciencia. Y llega lo que considero el peor error de la escuela: categorizaron mis libros con los cursos. No se puede avanzar -y a la vez no se quiere y no se puede- porque el que dirige es el que decide.
Nos enseñan a ser esclavos de la "lecto-escritura": una materia y una técnica más. El vicio de la lectura queda resegado a los estantes sombríos de las bibliotecas, y la información se convierte en códigos. Y por supuesto el colegio y la universidad, nos depararon en un futuro -que ya vemos como pasado-, pero que no fue ajeno a los errores del mismo sistema educativo.
Los nuevos medios nos permiten unificar la información, aunque convierte a la lectura en algo mas rápido (ha de ser por la cultura fast-food) además del espectáculo de la imagen en las redes sociales (narcisista si se quiere) en el nuevo alimento.
Enamorarse de la lectura creo que es un proceso mas de experiencia (pero primero hay que probarla, saborearla, disfrutarla) que de técnica, el buen lector lo hace con el pasar de los años, y no por obligación, criticar las nuevas generaciones por no leer es inútil y mas aun con los nuevos monstruos de la distracción (que también intentan devorarnos).
Leer es ver la conciencia colectiva de la humanidad plasmada, y debe convertirse en un arte hacerlo y nosotros, intentar aprenderlo, pero no todo el mundo quiere ser artista y cada quien se enamora de lo que apasiona.
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